Reforma de Cluny
La órden de Cluny es una reforma de la órden benedictina. Se creó en el año 910.
Esta reforma viene dada por una voluntad de la Iglesia en reformar las órdenes monásticas. La órden de Cluny toma como base la regla de Benito de Nursia, que es un estricto reglamento de la vida monacal. En todo el continente las diferentes abadías limitaban la aplicación por su rutina y tradiciones. La abadía de Cluny se impone sobre las demás agrupando a un gran número de conventos, convirtiéndose en la más importante del periodo románico.
Todo comenzó cuando por motivos que pudieran ser políticos contra el rey Carlos III de Francia, el duque de Aquitania Guillermo I el piadoso donó la villa de Cluny al papado para que se fundara un monasterio. No sólo donó los terrenos, sino también los derechos, para que el papado le diera protección y garantía, y nombró como primer abad Bernón de Baume.
El abad Bernón fundó varias abadias a partir de la de Cluny, como Gigny, Bourg-Dieu y Massay, y obtuvo del papa Formoso el privilegio de que los monjes eligieran al abad, cosa que, junto con algunas exenciones papales tendió a vigorizar la vida monástica, creciendo el número de monjes que hicieron pequeñas las abadías.
Debido al desasosiego que tuvieron los distintos papas por la secularización de los monasterios, que eran ansiados por los señores feudales y los tomaban y cambiaban a su antojo. Así, gracias a la aparición de la órden de Cluny, y a la reforma gregoriana, se consiguió que se dominaran algunos vicios de la iglesia ligados con el mundo laico. Así, con la elevación moral del clero y una profunda renovación espiritual de la Iglesia se comenzaron a restaurar las estructuras eclesiásticas, aunque Gregorio VII chocó frontalmente con el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
El cristianismo volvía a sus orígenes, pero a cambio de relacionar el poder de las "dos espadas", en la que el Papa tendría autoridad sobre la Iglesia y el emperador tendría poder en el plano temporal, por lo que sería superior la autoridad espiritual a la temporal.
Se unifican las liturgias y aparece el canto gregoriano (expresión de la música medieval), y todo ello es llevado a Europa gracias a varios factores que acrecentaron su difusión:
- Durante el siglo anterior al cambio de milenio la mayoría de los hombres tenía una psicosis de milenarismo en la que, debido quizás a la incultura y al esoterismo, se creía que en el año 1000 llegaría el fin del mundo en una presunción de la segunda venida de Cristo y reinaría por mil años antes del juicio final (tal como se predecía en el Apocalipsis). Al pasar la barrera del año 1000 y no ocurrir nada, la mayoría de los hombres y mujeres de aquella época vivieron un periodo de gratitud, que desencadenó una devoción desmedida hacia la Iglesia. Los monjes cluniacenses que ya se habían extendido por media Francia aprovecharon para afianzar la adoración de reliquias que les ofrecía beneficios (caridad, hospedaje, ofrendas, favores, etc.) y así autofinanciaban el monasterio.
- Los monasterios, debido a la cantidad de donaciones recibidas comenzaron a crecer y a extenderse por todo Europa y comenzaron a sufragar los gastos de las nuevas construcciones, siendo los mismos monjes los que acometían la obra de los conventos como arquitectos. Así tenemos que en la órden de Cluny, y debido a su incursión en la arquitectura medieval, se comenzaron a poner los cimientos del románico.
- Las vías de peregrinación que se habían abierto debido a la veneración de reliquias fueron las primeras vías de contacto entre poblaciones, y esto termino con la unificación de la cultura y el arte en la europa occidental. Debido a ello el románico se difundió con gran rapidez, y fue definido como "el arte de los viajeros". Las tres rutas de peregrinación más importantes en el medievo son la que llevaba a los Santos lugares, que se convirtió en guerrera a partir del siglo XII con las Cruzadas, la del Mont Saint Michel situado en la Bretaña frances, y la ruta Jacobea, que atraviesa media Europa para terminar en Santiago de Compostela, dónde reposan los restos del apóstol.
Mientras que el Italia y Francia los monasterios ya existentes se reforman, en la península ibérica, y dado que se está tomando terreno a los musulmanes, los monasterios son de nueva factura y en ellos la reforma cluniacense comienza a ensayar nuevas soluciones artísticas que van modelando el románico.
Pero la órden cluniacense, llegado el final del siglo XI, y principios del siglo XII la órden cluniacense pierde su influencia y eclosionan otras órdenes inspiradas en un idealismo de pobreza y austeridad, como la órden del Cister o la Cartuja. Así pués Bernardo de Claraval defiende y gana su disputa con Pedro el Venerable (abad de Cluny) y pone la primera piedra de lo que será la renovación monacal de las postrimerías del románico, la órden del Císter.